El Mar Mediterráneo es un lugar complejo, donde multitud de culturas confluyen desde el inicio de la civilización. Sus características geográficas han permitido que el comercio y el intercambio cultural durante miles de años favoreciera el desarrollo de la civilización occidental, tal y como la entendemos en la actualidad.

Y la alimentación no ha escapado a las influencias de las diferentes culturas mediterráneas, de forma que cada zona del Mediterráneo tiene sus particular manera de alimentarse, pero siempre con unos rasgos comunes que caracterizan a lo que hoy conocemos como dieta mediterránea, forjada durante cientos de años y llegándonos como una herencia de nuestros antepasados.

“LOS HOMBRES SE INVITAN NO PARA COMER Y BEBER, SINO PARA COMER Y BEBER JUNTOS”

Con estas palabras, el ilustre Historiador, Filósofo y Matemático griego Plutarco define una de las esencias principales de la llamada “Dieta Mediterránea”.

La dieta mediterránea es mucho más que una forma de alimentarse, es un estilo de vida en el que se combinan ingredientes, técnicas y recetas con una vida físicamente activa favorecida por la bondad del clima. Es un estilo de vida en el que se comparte y se celebra alrededor de la mesa, donde los ingredientes locales y de temporada tienen protagonismo, donde abundan los alimentos de origen vegetal, como pan, pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos; el empleo de aceite de oliva como fuente principal de grasa; un consumo moderado de pescado, marisco, aves de corral, productos lácteos (yogur, quesos) y huevos; el consumo de pequeñas cantidades de carnes rojas y aportes diarios de vino consumido generalmente durante las comidas. Su importancia en la salud del individuo no se limita al hecho de que sea una dieta equilibrada, variada y con un aporte de macronutrientes adecuado. A los beneficios de su bajo contenido en ácidos grasos saturados y alto en monoinsaturados, así como en carbohidratos complejos y fibra, hay que añadir los derivados de su riqueza en sustancias antioxidantes.
   
Declarada patrimonio de la humanidad, la UNESCO considera desde 2012 que la dieta mediterránea es mucho más que una alimentación variada y equilibrada.


Luis Gravatar   27.04.2015 15:33
Girasol Sí No Hola, ¿ Puedo sustituir el aceite de oliva por el de girasol ?
 
María Gravatar   29.04.2015 09:23
Aceite Sí No Yo tb tengo esa duda, es que el aceite de oliva engorda más ¿ no ?
 
Administrador Gravatar   30.04.2015 09:21
Sí No Aunque los dos tipos de aceite tienen muchas cualidades beneficiosas para la salud, los nutricionistas aconsejan mayoritariament e el consumo de aceites de oliva, sobre todo el virgen extra.
Si te refieres a cambiarlo para utilizarlo en los fritos, debo aclararte que el de girasol puede ser algo más barato pero al ser rico en ácidos grasos poliinsaturados , es poco resistente a una temperatura elevada pudiendo producir toxinas perjudiciales para el organismo y perder parte de sus beneficios antioxidantes y conservantes.

En cuanto a si engorda uno mas que otro debes saber que el aporte calórico es similar, aproximadamente 120 Kcal por cucharada sopera.

Saludos.
 
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